¿Por qué no se deben hacer duchas vaginales?

¿Por qué no se deben hacer duchas vaginales?

Aunque durante el paso de los años se ha planteado de forma reiterativa que las duchas vaginales son negativas para la salud, en diversos países se estima que 1 de cada 4 mujeres aún las usan. En este artículo veremos por qué no se deben utilizar duchas vaginales y cuáles son las opciones que tenemos para diversas situaciones.

¿Qué son las duchas vaginales?

La ducha vaginal es como se conoce el «lavar» el interior de la vagina, bien sea con agua u otros elementos disueltos en agua, como jabón, vinagre, bicarbonato o yodo. Esta puede ser de preparación industrial, peor también puede ser de preparación casera. El modo de aplicación de estas duchas es el de rociar el interior de la vagina con estas mezclas, generalmente mediante una pera de silicona.

Vale la pena decir que una ducha vaginal es diferente a lavar la parte externa de la vagina, que bien puede hacerse durante el baño o ducha. Esto no produce efectos negativos en la salud, pero la ducha vaginal sí.

¿Por qué no se deben hacer duchas vaginales?

El uso de las duchas vaginales puede alterar la acidez de una vagina sana, como también alterar el necesario equilibrio de la flora vaginal, que se trata de las bacterias que viven en la vagina.

Dentro de una vagina saludable, existen bacterias benignas, pero también nocivas, y esto es completamente normal. El equilibrio que existe entre estas bacterias ayuda a que se mantenga un ambiente ácido. Y es esta acidez precisamente la que protege a la vagina de infecciones e irritaciones.

Siendo la vagina un órgano que se autolimpia, al intentar limpiarla con duchas vaginales, más que protección, se ofrece un camino propicio para las infecciones.

Y es que las duchas vaginales propician el crecimiento de las baterías que son nocivas, lo que puede originar candidiasis o vaginosis bacteriana. Y en los casos donde ya había previamente una infección, la ducha vaginal puede empujar las baterías hacia arriba, generando una infección en el útero, las trompas de Falopio o los ovarios. También se asocia la ducha vaginal con otros problemas de salud como ITS, incluso VIH, sequedad vaginal, irritación o problemas durante el embarazo.   

¿Qué puedes hacer para eliminar olores y otros problemas?

Primero es necesario entender que la vagina no debe oler a flores. Se trata de un órgano sexual, con un olor característico, y eso está bien. Intentar enmascarar el olor de la vagina con una ducha vaginal, más bien puede generar un problema y no una solución. Tampoco debes utilizar la ducha vaginal si tienes ardor, escozor, picor, entre otras cosas, dentro de la vagina, pues podría aumentar esta sensación.

Por otra parte, en los casos en los que tengas:

  • Dolor al orinar.
  • Dolor o irritación en la vagina durante las relaciones sexuales.
  • Picazón en la vagina o flujo o menstruación de colores que no son normales.
  • Incluso si tienes flujo vaginal con mal olor.

Lo más recomendable es que acudas con un médico, pues puedes estar teniendo una ITS.

Conclusión

Esperamos que este artículo sobre por qué no se deben hacer duchas vaginales te sea de ayuda. Y si quieres aprender más sobre sexualidad femenina, no te olvides de visitarnos en Íntima Senza y en nuestro blog.

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